Crítica I a la educación
La educación actual está fundamentada en una visión mecanicista del universo, que se rige por leyes físicas determinísticas que no dan espacio a la incertidumbre, una educación de este tipo alimenta nuestro ser racional pero se olvida del resto, del desarrollo integral de nuestra conciencia, reduciendo nuestro desarrollo espiritual a la religión y dejándonos una sensación de fragmentación que nos obliga a vivir la vida como partida. La consecuencia inevitable es una percepción de la realidad limitada, estática y plana.
Una educación que no considera el desarrollo de la conciencia reduce nuestra capacidad de maniobra, nos imprime una visión que facilita el control social y nos invita a enfocar nuestros esfuerzos en prolongar una estructura establecida sin cuestionarla, en lugar de entregarnos herramientas para constituir una nueva. Estamos entrenados para replicar conocimiento, y nos graduamos con honores como incapacitados para el universo.