Exceso Espiritual

Para ilustrar un poco el tema, quiero pedirte que leas en voz alta las siguientes frases :

• No juzgaré a los demás.

• No permitiré que estados de rabia se apoderen de mí.

• Entregaré amor incondicional al mundo y a todos los seres vivientes.

Ahora, contesta sinceramente: ¿No tienes la sensación de que algo en esta fórmula de vida tiene algo de impracticable? ¿ no sientes que es pedirle demasiado a tu naturaleza humana tan imperfecta y volátil ?

Un ser humano promedio encontraría imposible realizar con éxito estas tareas en su vida diaria, pero ¿Qué pasa con los que llevan un largo recorrido espiritual? ¿Qué pasa cuando después de 10, 20, 30 o 40 años intentándolo, cada vez es igual de difícil lograrlo? peor aún ¿ qué pasa cuando a pesar de todos los esfuerzos invertidos en desarrollarse espiritualmente, este tipo de objetivos se vuelen cada vez más etéreos, más impracticables, más complejos de alcanzar?

¿Cómo puede ser posible que mientras más se empeñe una persona en amar incondicionalmente y en no juzgar, no sea vuelva más fácil hacerlo, o incluso ,qué sienta más envidia, más rabia, más amargura?

Cómo seguramente se imaginan, el problema es un problema de método; la gran mayoría de personas que han realizado trabajo espiritual en sus vidas están en una lucha constante intentando escoger que camino seguir : tantos programas , tantas prácticas, tantas estrategias que prometen tanto bienestar hacen que sean más difícil darse cuenta cuando todos nuestros esfuerzos nos están llevando hacia la frustrante y engorrosa calle del Exceso Espiritual.

El Exceso Espiritual aparece cuando hacemos uso de prácticas espirituales indiscriminadamente para evitar lidiar con emociones negativas, problemas internos no resueltos y necesidades de desarrollo, como si fueran un analgésico sin efectos colaterales.

¿ cómo sé yo si estoy sufriendo de exceso espiritual ?

Estos son los síntomas:

• Delirios de haber alcanzado un nivel superior de ser.

• Juicio débil acerca de nuestro lado negativo u oscuro.

• Desapego exagerado.

• Represión y entumecimiento emocional.

• Énfasis exagerado en lo positivo.

• Fobia a la rabia.

• Compasión extrema o tolerancia exagerada.

El deseo de alcanzar una espiritualidad autentica implica no continuar alejándonos del dolor, anestesiando los sentidos. La verdadera espiritualidad no es un estado alterado de conciencia, no es un romance, no es una burbuja de inmunidad, es una sacudida, porque es luz, también es fuego, es una hoguera de liberación, es un santuario y por eso requiere respeto y responsabilidad, no ligereza.