Crítica IV a la educación
En la crítica anterior hablamos de como la educación asesina artistas, ya sea un poco antes de su nacimiento o unos treinta años antes de lo previsto; pero lo más grave no le sucede a ellos, a los inadaptados; sino al resto, cuyos hombros se ven forzados a soportar la carga gigante que la educación pone sobre ellos, la de seguir haciendo un esfuerzo absurdo, por entender un mundo absurdo, paralizando sus emociones para que no entorpezcan el desarrollo económico de la humanidad, ubicándolos en el centro de la evolución del planeta , alimentando esa arrogancia que les hace creer que el universo fue creado para ellos, que algún día lo van a entender por completo, y que para ese entonces, no habrá nada que no podamos como especie. Entonces, siendo y estando muy confusos, estos individuos viven sus vidas, con un pedazo de ellos escondido y el otro expuesto, con ráfagas ocasionales de descontrol, en las que esa otra parte se asoma, a veces sutilmente, a veces salvajemente, dejándoles una sensación de partición y de no ser completamente, todo con el principal propósito de prolongar esa existencia incomoda y transformarla, Dios mediante, en una existencia más incómoda.
Imágen tomada de
http://www.mymodernmet.com/profiles/blogs/fabien-merelle-pentateuque